Acantilados de vértigo, bosques frondosos, miles de kilómetros de costa y un amor por la naturaleza que se nota en cada rincón. A esto súmale una gastronomía que es pura delicia (¡bendita Nueva Cocina Nórdica!), la Sirenita, y cómo no… ¡Legoland! Todo esto es lo que puede conquistarte de Dinamarca. Bueno, y la simpatía de los daneses.

Hoy quiero darte alguno de mis consejos para viajar con peques a este maravilloso país, y de paso compartirte algunos sitios que, en mi opinión, no te puedes perder.

Vacaciones en Dinamarca con niños: cultura, naturaleza y relax

Sí, hay parques temáticos y ciudades preciosas, pero Dinamarca también os puede sorprender con sus paisajes rurales y naturales. ¡Una maravilla para quienes buscamos unas vacaciones tranquilas, pero llenas de contenido!, ¡yo no me lo pienso perder y ya tengo organizado mi próximo viaje con mis peques!

Jutlandia, sobre todo la parte norte, me parece un paraíso: playas larguísimas, dunas, pueblecitos pesqueros donde el tiempo parece detenerse… Es perfecto para desconectar del ajetreo y reconectar con lo esencial. Pero bueno, vamos al lío: te cuento qué ver en Dinamarca cuando viajas con niños (o adolescentes con cara de “esto me aburre”).

Qué ver en Dinamarca con niños: más allá de los clásicos

Si, como yo, eres de esas personas que intenta escapar un poco de lo típico, te recomiendo que pongas rumbo a lugares menos turísticos como el castillo de Egeskov. Es uno de los castillos renacentistas mejor conservados de Europa, pero lo mejor es que tiene un parque de aventuras y un museo de vehículos clásicos.

Otros sitios que pueden tener un gran éxito entre tus pequeños es el zoo de Copenhague (uno de los más antiguos del mundo), el acuario Den Blå Planet, y el museo ARoS en Aarhus. Ese arco iris en el techo es una de las cosas que más llama la atención de los niños y adolescentes.

Fotos preciosas garantizadas, y niños entretenidos y felices.

Copenhague y sus encantos

Copenhague me conquistó desde el minuto uno. Tiene esa mezcla tan chula de ciudad moderna con alma de pueblo encantador. Es una ciudad viva, con gente en bici por todos lados (literal), eventos, planes, mercadillos, arte callejero, y todo con ese ambiente relajado pero lleno de energía.

Podéis comer, hacer picnic junto a los canales, y por supuesto, ver a la famosa Sirenita. Que sí, es pequeñita, pero oye, hay que conocerla.

Pero no nos vamos a quedar sólo con esta ciudad, quiero hablaros también sobre algunas de las islas con las que cuenta Dinamarca y las cuales me parecen una auténtica maravilla de la naturaleza.

Las mejores islas de Dinamarca

1. Fionia

Fionia es como un cuento. Le dicen “la isla jardín” y con razón: colinas suaves, frutales, casitas con techos de paja… ¡Una monada!

Es también la tierra natal de Hans Christian Andersen, y su ciudad, Odense, tiene mucho que ofrecer: museos, parques, y actividades pensadas para los niños. Ideal para pasarse horas explorando y soñando.

2. Islas Feroe

Este destino es otro nivel. Las Islas Feroe son 18 islitas al norte del Atlántico, casi vírgenes. Perfectas para quienes buscamos algo diferente, lejos del bullicio.

Podéis visitar algunos pueblos pesqueros preciosos dónde podréis conocer muchos tipos de aves diferentes, incentivando al conocimiento de los más peques.

Tenéis posibilidad de hacer rutas de senderismo fáciles y disfrutar de paisajes que parecen de otro mundo.

3. Bornholm

Bornholm me parece ideal para familias. Tiene playas de arena blanca que nada tienen que envidiar a las del sur, pueblecitos con encanto y una historia vikinga súper interesante. Podéis conocerla en bici y hacer de ello una experiencia diferente y más divertida.

4. Isla de Møn

En esta Isla podéis alucinar (no hay otra palabra) con los acantilados blancos de Møns Klint. Además, hay rutas educativas para los niños, centros de interpretación geológica, y unas vistas que se te quedan grabadas.

Si tus peques son de espíritu aventurero, esta isla les va a encantar.

Actividades diferentes en tu viaje a Dinamarca en familia:

1. Lalandia: el paraíso del ocio acuático

Si buscas diversión para todos, Lalandia es una parada obligatoria. Este centro vacacional es una maravilla: tiene uno de los parques acuáticos cubiertos más grandes del norte de Europa. Toboganes, piscinas de olas, zonas de relax… ¡y niños que no quieren salir del agua jamás!

Pero hay más: minigolf, bolera, pistas de esquí cubiertas (sí, sí, esquí en verano) y hasta una mini ciudad para los peques.

Además, está justo al lado de Legoland, así que te puedes imaginar lo felices que están los niños aquí.

2. Viaje a Legoland Dinamarca: fantasía hecha realidad

¿Hace falta decir mucho sobre Legoland? ¡Es uno de los motivos principales por los que muchas familias eligen Dinamarca! Este parque es magia pura, tanto para los niños como para nosotros los adultos que crecimos con los LEGO.

Tiene más de 50 atracciones, zonas interactivas, espectáculos y construcciones impresionantes. Hay áreas para todas las edades, desde los más peques en DUPLO Land hasta los valientes que se atreven con las montañas rusas.

Museos imprescindibles

Además de islas, parques y naturaleza, Dinamarca también cuenta con gran variedad de museos donde los peques podrán aprender de forma interactiva y divertida, os muestro algunos de los que más me llaman la atención a mí.

1. Museo Nacional de Dinamarca

Ubicado en Copenhague, este museo es un planazo para toda la familia. La historia danesa contada de forma interactiva, desde la prehistoria hasta hoy. A tus hijos les encantará la parte de los vikingos. Hay muchas actividades pensadas para niños, así que es educativo y divertido a partes iguales.

2. Museo de Hans Christian Andersen

Es uno de mis favoritos. Está en Odense y te mete de lleno en el mundo del escritor danés más famoso. Las historias de “La Sirenita” o “El Patito Feo” cobran vida en salas interactivas que enamoran a los peques. Además, hacen talleres y actividades para que puedan crear sus propios cuentos. ¡Una maravilla!

Aventura y naturaleza

1. Parques al aire libre para disfrutar

Dinamarca tiene un montón de espacios verdes donde desconectar en familia. Podéis pasar una tarde maravillosa en el Parque Fælledparken en Copenhague, haciendo picnic, corriendo y jugando hasta el atardecer.

Otro parque muy interesante son los jardines de Rosenborg: preciosos, tranquilos y con castillo incluido. Los niños podrán corretear entre flores mientras los adultos descansáis y disfrutáis de la paz del lugar.

2. Costa oeste y sus paisajes

La costa de Jutlandia fue una de las zonas más tranquilas y llamativa. Kilómetros de playa, naturaleza salvaje, niños construyendo castillos de arena y volando cometas como si estuviéramos en los años 90. También hay posibilidad de hacer senderismo por Mols Bjerge y explorar el Parque Nacional Thy. Naturaleza pura y dura.

Experiencias únicas

1. Paseo por el puente de Storebælt

Cruzar el puente de Storebælt es una experiencia épica. Une las islas de Selandia y Fyn, y las vistas desde allí son espectaculares. ¡Lo de los puentes también puede ser divertido!

2. Aldeas históricas como Den Gamle By

En Aarhus podéis visitar Den Gamle By, y créeme, es como entrar en una máquina del tiempo. Es una aldea que recrea la vida en Dinamarca hace siglos. Hay actores vestidos de época, talleres de oficios, casitas tradicionales… ¡Los peques estarán encantados! Aprenderán historia sin darse cuenta, lo cual es un milagro.

Y si quieres que tu viaje a Dinamarca en familia sea aún más especial…

Intenta coincidir con alguna de sus fiestas tradicionales o festivales familiares. Dinamarca es un país que vive sus tradiciones con alegría, y muchos eventos están pensados para que tanto adultos como niños se lo pasen en grande. Aquí te dejo algunos momentos mágicos del año:

1. Fastelavn (febrero) – El carnaval danés

Imagina un carnaval donde los niños se disfrazan, golpean un barril de madera decorado con un gato pintado (slå katten af tønden), y comen bollitos de crema llamados fastelavnsboller. Es como una mezcla entre Halloween y carnaval, y se celebra en colegios, plazas y centros comunitarios. Si viajas en esta época, ¡prepárate para ver a muchos pequeños vikingos, princesas y superhéroes por la calle!

2. Semana del Orgullo en Copenhague (agosto)

Aunque parezca un evento más adulto, Copenhagen Pride incluye actividades familiares como desfiles con carrozas coloridas, conciertos, cuentacuentos, y zonas seguras para niños donde pueden jugar y expresarse libremente. Es un ambiente festivo, inclusivo y lleno de energía positiva. ¡Una gran lección de respeto y diversidad!

3. Mercados navideños y Jul (diciembre)

Si haces un viaje a Dinamarca en familia en invierno, te espera un auténtico cuento de Navidad. Los mercados navideños en Tivoli (Copenhague), Odense o Aarhus son una fantasía: luces, villancicos, dulces típicos como el æbleskiver (una especie de buñuelo), y muchas actividades para niños. Además, en la cultura danesa la Navidad (Jul) se celebra durante semanas, con muchas tradiciones hogareñas y decoraciones por todas partes.

4. Midsommer o Sankthansaften (junio)

Una noche mágica que se celebra en playas y lagos de todo el país. Se encienden grandes hogueras, se cantan canciones tradicionales y se despide al “invierno” de forma simbólica. A muchos niños les encanta este ambiente, sobre todo si hay fuegos artificiales y picnic. Una experiencia muy danesa y muy especial si estás allí en junio.

Este tipo de vivencias convierten cualquier viaje a Dinamarca en familia en algo aún más inolvidable. Porque más allá de los paisajes o los parques temáticos, lo que queda en la memoria son los momentos compartidos y las sorpresas culturales que no esperabas.

Gastronomía para todos los gustos

1. Opciones para niños y adultos

Hay de todo y para todos: desde platos típicos como el smørrebrød (¡ese pan con mil cosas encima!) hasta pizzerías y locales con menús para niños.

Muchos restaurantes tienen zonas de juegos o espacios pensados para los más pequeños. Y las cafeterías… madre mía, ¡qué pasteles!

Consejos para un viaje en familia exitoso

1. Transporte en Dinamarca

Moverse por Dinamarca es bastante fácil. Entre transporte público y coche de alquiler, podréis apañaros sin problema. El transporte público es puntual, cómodo y muy fácil de usar (¡hasta con niños colgados del brazo!).

2. Transporte público y coche de alquiler

En las ciudades podéis hacer uso de autobuses, tren y metro, sobre todo en Copenhague. Todo está súper bien señalizado. Y para recorrer zonas rurales, podéis alquilar un coche, os dará mucha más libertad, más paradas para sacar fotos, y más “¿cuánto falta?” desde el asiento trasero.

3. Seguridad y bienestar

Dinamarca es un país tranquilo y con un sistema de salud top. Siempre es aconsejable llevar a mano un mini botiquín con lo básico (y algo más, por si acaso), y apuntar los centros médicos más cercanos a los lugares donde os alojáis.

También es útil saber cómo funciona todo el tema sanitario allí, pero en general, cero problemas.

Dinamarca, un destino familiar por excelencia

Así que sí, viajar a Dinamarca en familia fue una experiencia redonda. Desde Copenhague hasta las islas más remotas, cada rincón tiene algo especial. Legoland, Lalandia, los paisajes salvajes, los museos, los castillos… No hay forma de aburrirse.

Y lo mejor es que puedes repetir el viaje y vivirlo de forma distinta cada vez. Nosotros ya estamos planeando la próxima escapada. Porque sí, Dinamarca engancha. Y mucho.

Si quieres organizar un viaje y no sabes por donde empezar, en Mialma viajes te ayudamos con todo el proceso.